Blog / Herni Cartier-Bresson. Padre del fotoperiodismo
Herni Cartier-Bresson. Padre del fotoperiodismo
17 de Enero
Se dice que una imagen vale más que mil palabras. Si crees que eso es cierto, entonces Henri Cartier-Bresson hizo valer cientos de millones de palabras.
Un aficionado a la pintura y a su corriente surrealista, nació en un pequeño pueblo al norte de París llamado Chanteloup-en-Brie, el 22 de agosto de 1908.
Su interés en el arte lo llevó a estudiar pintura en la universidad, en París. Como en esos momentos el movimiento surrealista cobraba fuerza en aquella ciudad, Cartier-Bresson se interesa en esa corriente artística. Pero al poco tiempo, descubre la fotografía y comienza a plasmar su visión del mundo a través de un lente 35mm de una cámara Leica.
Para 1933 ya había montado su primera exposición fotográfica y en 1934 decide viajar por el mundo para retratarlo. Su primer viaje a México.
Venía como parte de la expedición México-Buenos Aires, un proyecto que, junto con periodistas, arquitectos, artistas y sociólogos, buscaban dar a conocer estilos y formas de vida latinoamericanos en Europa.
La expedición no tendría mucho éxito, pero Cartier-Bresson se enamoró de nuestro país y decidió quedarse un par de años, en los que retrató las calles de la CDMX y Oaxaca. O quizá se quedó aquí porque uno de sus compañeros robó todo el dinero de la expedición…
Al encontrarse sin dinero, Cartier-Bresson buscó trabajo en los periódicos de la CDMX y, un día, mientras bebía café, conoció al escritor norteamericano Langston Hughes, quien lo invitó a vivir con él y sus amigos. Cuentan que en El Barrio donde vivían, llegaron a conocer a Cartier-Bresson como “el pequeño hombre blanco con mejillas de camarón”.
En 1935, al final de su primer recorrido por México, expuso su obras, junto a las del fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo, en el Palacio de Bellas Artes.
Migró hacia los Estados Unidos en donde siguió su trabajo como fotógrafo a la par de estudiar cinematografía.
Cartier-Bresson no regresaría por otros 30 años a nuestro país. Cuando lo hizo, su estatus era el de uno de los mejores artistas visuales del mundo.
Cartier-Bresson afirmaba que “…tienes el don, o no. Si lo tienes, es una responsabilidad que debes cumplir”.
Y es esta responsabilidad la que lo llevó de regresó a Europa para documentar la Guerra Civil Española y la prensa francesa publica sus imágenes.
Pero la Guerra Mundial lo alcanza y, al estar trabajando para la armada francesa, es capturado por tropas alemanas y encerrado en el campo de prisioneros de Wurtemberg. Allí pasará 3 años, de 1940 a 1943 cuando, después de 2 intentos fallidos, logra escapar y se une a la Resistencia Francesa.
Esto, al igual que muchas de las aventuras vividas a lo largo de su vida, lo llevarían a auto definirse como “anarquista no violento”.
Al vivir en la clandestinidad durante esos años, sus amigos norteamericanos lo creen muerto y le organizan una exposición póstuma en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York. Al enterarse Cartier-Bresson de la misma, decide hacer acto de presencia en ella y termina seleccionando más de 300 piezas fotográficas para adicionar a la muestra.
Durante esa exposición y, sentado un día en la cafetería del museo, se plantea crear una de las primeras agencias de fotografía en el mundo: Magnum Photos.
En 1947, los fotógrafos Henri Cartier-Bresson, Robert Capa, George Rodger y David Seymour, junto a Bill Vandivert, Maria Eisner y Rita Vandivert, aportando 400 dólares cada uno, crean una agencia/cooperativa en donde por primera vez, los dueños de los derechos de autor eran los fotógrafos creadores de las imágenes, y no las revistas o periódicos que los publicaban.
Desde su fundación, hasta el día de hoy, Magnum Photos se ha distinguido por contar entre sus agremiados a los más grandes fotógrafos. No solo fotoperiodistas y foto documentalistas sino un equipo formado por personas de todas las nacionalidades y todas las técnicas fotográficas. Es importante resaltar que en todos estos años de existencia, Magnum Photos solo cuenta con 1 miembro mexicano: La fotógrafa y cineasta Maya Goded, que aún está en procesos de candidatura para ser miembro permanente de la agencia.
Con el revuelo causado por Magnum Photos, Cartier-Bresson se dedica a recorrer el mundo, fotografiando los eventos y personajes más importantes de esos años. Fue el último en fotografiar con vida a Gandhi y documentó los últimos 6 meses de existencia del Partido Nacionalista Chino, previos a la subida al poder de Mao Tse Tung.
Regresó a Europa en 1952 y publica su primer libro “El Instante Decisivo” para el que su amigo Matisse diseña la portada y continuaría publicando su trabajo a través de la industria editorial durante 30 años más, mientras viaja por el mundo retratando los cambios en los países y sociedades.
A partir de 1966 deja la agencia Magnum Photos y desde 1974 retomó su primer amor artístico, la pintura, y ocasionalmente tomando fotografías personales y de paisajes.
Aunque falleció el 3 de agosto del año 2004, desde el año 2000 comenzó, junto a sus esposa (y fotógrafa) Martine Franck y su hija Melanie, con los planes de crear la Fundación Henri Cartier-Bresson. Un espacio en donde se recopilara el gran acervo que había creado a lo largo de tantos años de trabajo y pasión, así como rendir homenaje a fotógrafos que comparten sus mismos ideales.