ARTICLE 19 lleva un conteo de 153 asesinatos de periodistas en México, en todos

los casos hay una extensa posibilidad de que la muerte haya sido causada por su

trabajo. En nuestro México mágico, es una realidad que el gremio periodístico vive

día a día. 

Imagina ser arquitecto y te prohíban construir edificios. Imagina ser médico y te

prohíban salvar vidas. Imagina ser profesor y te prohíban enseñar. Imagínate ser

periodista y te quiten la libertad de prensa, de opinar, de contar la verdad. Espera,

¡eso sí pasa!

En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 3 de mayo

como “el día mundial de la libertad de prensa”. El motivo de su proclamación es que

los gobiernos sean conscientes de que debe haber el compromiso de respetar la

libertad de prensa y en cuanto a los medios, para darles apoyo brindándoles la

oportunidad de evaluar la libertad de prensa a nivel mundial, defenderlos por los

ataques que pudieran recibir y rendir un homenaje a los periodistas que han

perdido la vida por ejercer su labor.

Según las Naciones Unidas “La fecha se eligió para que coincidiera con el

aniversario de la Declaración de Windhoek, en la cual los representantes de medios

de comunicación africanos que participaban en un seminario organizado por la

UNESCO en la capital de Namibia elaboraron un documento donde se recogían

los principios de la libertad de prensa.”

En un mundo de guerra, corrupción y delincuencia al hablar de “riesgos” se habla

principalmente de muertes, pero no es solo eso. Los riesgos que enfrentan los

periodistas o comunicólogos van más allá de la perdida de la vida.

Uno de los miedos más frecuentes de empezar a trabajar en prensa es la

exposición a la muerte, amenazas, descalificaciones de parte de los gobiernos y

una nula atención a los casos por parte de las autoridades. Lamentablemente la

seguridad para los periodistas ha ido en declive. Pareciera que el hacer tu trabajo

correctamente fuera deplorable.

Nadie debería de ser asesinado por ejercer.

En el artículo 6° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se

habla acerca de la libertad de expresión en México “Toda persona tiene derecho al

libre acceso a información plural y oportuna, así como a buscar, recibir y difundir

información e ideas de toda índole por cualquier medio de expresión. El Estado

garantizará el derecho de acceso a las tecnologías de la información y

comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones,

incluido el de banda ancha e internet. Para tales efectos, el Estado establecerá

condiciones de competencia efectiva en la prestación de dichos servicios.”

Mientras que el artículo 7º menciona que “Es inviolable la libertad de difundir

opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio. No se puede restringir

este derecho por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles

oficiales o particulares, de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas o

de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera

otros medios y tecnologías de la información y comunicación encaminados a

impedir la transmisión y circulación de ideas y opiniones. Ninguna ley ni autoridad

puede establecer la previa censura, ni coartar la libertad de difusión, que no tiene

más límites que los previstos en el primer párrafo del artículo 6o. de esta

Constitución. En ningún caso podrán secuestrarse los bienes utilizados para la

difusión de información, opiniones e ideas, como instrumento del delito.”

Lamentablemente en nuestro país es difícil que esto sea respetado.

Y te preguntarás ¿qué riesgos corren los periodistas en México? Aquí te

contaremos un poquito más de esta peligrosa profesión.

En 2021 cifras oficiales de la Unesco reportaron la muerte de 55 periodistas en el

mundo. Una cifra bastante baja a comparación del 2018-2019 donde se reportaron

156 asesinatos.

“En su informe 2021, ARTICLE 19 refiere que en el país se registró una

agresión contra la prensa cada 14 horas; con 644 ataques documentados

en todo el año”.

-Informe Anual 2021 sobre Libertad de Expresión e Información en México.

Un periodista debe de estar comprometido con la veracidad, con ejercer su ética y

establecer un compromiso con la sociedad sobre la información que se le

presenta. Sin embargo, qué hacer cuando tu país te pone entre tu ética y tu vida.

Son demasiados los periodistas lo que reciben una violación a sus derechos

humanos. Periodistas que tienen que abandonar su casa, su ciudad e incluso el

país. Esto para evitar una persecución. Son muchos los casos donde se adjudica

esta “caza” de periodistas al crimen organizado. Aunque es bien sabido que, en su

mayoría, han sido acosados, golpeados o muertos en manos del estado.

Tan solo en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, 33 periodistas

han sido asesinados/as. De estos, 7 en 2021 y 8 en el primer trimestre de 2022.

Luchar por una libertad de prensa inexistente.

En México el camino para conseguir la libertad de prensa ha sido largo. Los gobiernos

autoritarios por los que ha sido regido este país han hecho que el proceso sea lento,

pues se obligó por años a los medios a ser amables y complacientes con el estado lo

que limitaba la total libertad de expresión al comunicar a la población.

Según Reporteros Sin Fronteras, México sigue siendo uno de los países más

peligrosos y mortíferos en el mundo para los medios. El Día Mundial de Prensa se

realizan diversas manifestaciones alrededor del mundo para dar a conocer a los

ciudadanos sobre la violencia, censura, clausura, acoso y ataques que sufren día

con día.

"No se mata a la verdad matando a periodistas". Bajo esta consigna, decenas de

periodistas marchan para protestar contra la violencia que reciben en este país.

Al igual que muchas otras leyes que nos corresponden como mexicanos, la

libertad de expresión es algo que se nos ha limitado, la inseguridad, la corrupción

del gobierno y la mala calidad de atención de las autoridades ponen todos los días

en riesgo a los periodistas, limitando el derecho de la sociedad a estar informados.

Por Betzabé Cruz y América Muñoz.

Alumnas de la carrera de Comunicación y Periodismo Digital.